Mujeres pintoras

¿No hay mujeres en Historia del Arte? Esa debía ser la pregunta extrañada de todas las alumnas y los alumnos del siglo XXI, pero no, tan acostumbrados estamos a su ausencia en la Historia que no las echamos de menos.

Respondamos, pues, a tan inteligente pregunta: 

Sí, las hay. 

Entonces, supongo, que vendría una segunda pregunta: ¿por qué no las estudiamos?

Vamos a responder también. Y si alguien encuentra otro argumento, que lo diga. No las estudiamos porque se las ha silenciado, ninguneado, olvidado. Nuestra cultura ha sido y sigue siendo patriarcal, de modo que los hombres de las élites solo han tenido en cuenta a otros hombres. Las escasas mujeres de las que han tenido noticia se miraban como rarezas, como graciosas excepciones a la regla de la exclusiva maternidad y domesticidad de las mujeres, cuando no con celos y desconfianza. 

Veamos, entonces, la vida y la obra de algunas de estas mujeres en una página muy a propósito, mujeres pintoras. Seguro que no os suenan de nada, pero ahí están. Empecemos por Sofonisba de Anguisola y Lavinia Fontana, del siglo XVI. Si alguien piensa que no son conocidas porque son peores que sus contemporáneos hombres, sabed que varias de pinturas de Sofonisba se atribuyeron durante años pintores españoles de renombre, como Juan Pantoja de la Cruz o Antonio Sánchez Coello. Puedes informarte en cromacultura y en enclasedehistoria. Este retrato de Felipe II, expuesto en el Muso del Prado, se atribuyó hasta hace poco a Pantoja de la Cruz. 

Podemos seguir con Artemisia Gentilleschi y Clara Peeters, por poner solo dos ejemplos de los muchos que hay. Vamos a poner un cuadro de cada una junto a otro similar de algún contemporáneo suyo, a ver si encontráis alguna razón para que ellos sí sean conocidos y ellas no.
Por un lado, dos pinturas sobre el tema bíblico de Judith y Holofernes.

Por otro lado, dos bodegones.

Sobre estas autoras  y alguna más, podéis informaros en uned. En elprismadelarte también hay información interesante.