En el siglo XVIII convivieron en España estilos arquitectónicos dispares: continuaron haciendo edificios barrocos, que evolucionó hacia formas decorativas extremas con el Rococó. Pero el estilo propio de este siglo es el Neoclasicismo. En la siguiente presentación podemos compararlos y conocer sus características distintivas. En la primera mitad del siglo XIX, aunque se prolongó el Neoclasicismo, surgió un nuevo estilo, que será el Romanticismo.
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